El domingo 22 se formará la segunda Luna Llena en Acuario, a 29 grados, junto a Júpiter que está transitando dicho signo de manera retrógrada. La primera ocurrió a fines del mes pasado.

Esta lunación acuariana te invita a poner el pie en el acelerador. Es una energía urente, propulsora de los cambios y benefactora de la autonomía. ¿Qué estás esperando?

No es momento para sentir miedo a los cambios. Esta vez, el viento soplará a favor de los deseos de quien sabe manejar la vela de los deseos.

Como dijo el pintor, artista y científico ariano Leonardo Da Vinci, no podemos manejar el viento, pero podemos dirigir las velas para que, sople el viento que sople, podamos llegar adonde queramos.

La urgencia y la ansiedad, en ciertos momentos del proceso, se harán sentir. Algo está alcanzando un punto máximo, la cima, y, por qué no; algún punto de saturación. Una sensación como cuando la última gota rebalsa el agua de la copa. Hay mucha presión con niveles mínimos de tolerancia y paciencia, como si fuera una olla tapada en constante ebullición. ¿Te está pasando?

Si tu respuesta es sí, contá hasta tres y respirá. Tené en cuenta que los resultados que obtendrás estarán ligados exclusivamente a la actitud que asumas al inicio ya sea de un proyecto, de una inversión, de una negociación o de una relación. Recordá que sólo tenés que seguir tu propio ritmo, no el de los demás.

Ese mismo día, tan sólo unas horas más tarde, el Sol ingresará al signo de Virgo, dándote precisión en la forma de priorizar tus objetivos y priorizarTE. Seguramente no todos ellos tienen igual importancia. Por lo tanto, centrate en los significativos y descartá los inservibles, por lo menos, en esta etapa. Esto te permitirá trabajar en cimentar una actitud diferente frente a los compromisos que decidas asumir.

En resumen y en palabras del artista marcial sagitariano Bruce Lee, viví teniendo la no limitación como límite.

ASTROCOACH...para ver la vida desde otro lugar.